Con Maipú
Me quedé en Maipú por lo que amo:
La vida, sus ardores, su cansancio …
Me atrapó una tarde entre sus brazos
Cuando enero crecía paso a paso.
Y, esta joven, provista de intenciones
Propagaba su voz en los rincones
Mientras, una pareja echaba a volar.
Sin miedo, a grandes desazones.
Espacios que fueron siendo míos,
Tranquilos, brillantes, sinuosos, alocados …
Donde fui tejiendo cerca de la plaza
Amigos, mi hijo, mi sino, mi esperanza.
Me quedé con Maipú, por lo que amo:
Las calles estrechas, libres y sombreadas,
La cruz de la iglesia, fina y acabada
Las manos verdes y ocres de la plaza.
El esplendor que ponen sus comparsas
La hiedra caprichosa de mi casa …
Amo mucho más que lo banal,
La gente que te sostiene y agiganta
Sus envidias destinadas a la nada
El pequeño mundo que me alcanza.
Cuando la luz acabe en mi ventana
Y apenas entrevea las cosas bienamadas
Allí confundida, sin cruces destacadas,
Estaré siempre en Maipú … desintegrada.
Estela Bruno